El Tribunal Unificado de Patentes (UPC) emitió sentencia en un caso que enfrentaba a las farmacéuticas Sanofi y Amgen (UPCCFI505/2024). La controversia giraba en torno a una patente de Sanofi (EP 3536712 B1), la cual protegía la utilización de un anticuerpo (anti‑PCSK9) para disminuir los niveles de lipoproteína (a) en pacientes con riesgo cardiovascular y trombótico. Mientras tanto, Amgen comercializaba el evolocumab (un inhibidor de la PCSK9), cuyo uso principal se orientaba a la reducción del colesterol LDL.
Amgen emplea una patente de segundo uso médico, ya que el evolocumab consiste en una patente adicional derivada del APCSK9, siendo esta la patente de composición del medicamento. Esto dio lugar a una disputa que giró en torno a los límites y criterios aplicables en la extensión de la protección a nuevos usos de las patentes.
El tribunal enfatizó que para la protección de un segundo uso es esencial demostrar de forma rigurosa la novedad del tratamiento, ya que el efecto reductor de Lp(a) no se divulgaba de forma directa en el estado de la técnica. Asimismo, estableció que la infracción requiere que la comercialización induzca el uso terapéutico reclamado, fijando un precedente que demanda altos estándares de innovación y diferenciación.