En esta decisión pionera, la Sala de Recursos de la EPO (Oficina Europea de Patentes) ha concluido que un Modelo de Lenguaje de Gran Tamaño (LLM) – como ChatGPT – no puede equipararse a la figura de “experto en la materia” en el ámbito de patentes.
En este sentido, durante un procedimiento que gira en torno a una patente sobre mecanismos de seguridad en máquinas hiladoras, su titular presentó respuestas generadas por ChatGPT para interpretar las reivindicaciones de la invención. Sin embargo, la Sala de Recursos determinó que dichas respuestas no podían ser aceptadas dado que la interpretación debe basarse en el entendimiento que tendría un experto en la materia, respaldado por tecnicismos o pruebas periciales; no ser fruto de un sistema IA entrenado con datos desconocidos.
La decisión no excluye por completo el uso de las LLMs en disputas de patentes, pero establece que sus aportaciones deben ir acompañadas de evidencias adicionales que las sustenten.